TEMPLOS DE CANARIAS

TEMPLOS DE CANARIAS
 
 
 
Templo Masónico de Santa Cruz
 
 
Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife, que todavía se encuentra en la céntrica calle de San Lucas. Este edificio perteneció a una de las logias locales, denominada Añaza, y fue construido entre 1899 y 1904 por el arquitecto municipal Manuel de Cámara quien, a pesar de las peculiares características del recinto, no era masón.
Según Sebastián Hernández, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Las Palmas, en un principio las 'tenidas' (así se denominan las reuniones masónicas) tenían lugar en los domicilios de distintos miembros de las logias, que habilitaban alguna dependencia para la celebración de las mismas.
 
 
 
 
Esfinges de estilo egipcio en la fachada del templo
 
Con el tiempo, sin embargo, se construyeron dos edificios destinados de forma específica para la celebración de las reuniones. Uno de ellos fue el construido por la logia Tinerfe nº 114 y el otro, el que nos ocupa, lo levantó la logia Añaza. El templo de la logia Tinerfe se encontraba en un inmueble de la calle San Felipe Neri, pero hoy no queda rastro alguno de él.
Además de la evidente singularidad de su decoración exterior —con unas llamativas esfinges y motivos alusivos al Antiguo Egipto—, el templo de la calle San Lucas resulta de gran importancia para los historiadores, pues es el único edificio de estas características que se conserva hoy en España.
Sí existen templos que se habilitaron después de que la masonería volviera a la legalidad con la llegada de la Transición democrática, pero no se conserva ninguno más construido con tal fin cuyo origen se remonte a antes de la Guerra Civil.
Décadas atrás había algunos más, como los existentes en Gijón, Las Palmas o Reus, pero por desgracia fueron derribados hace años. También se conserva documentación sobre la existencia de un proyecto para edificar uno en Madrid, pero la llegada de la guerra y la dictadura puso fin a dichos planes.
 

Hay que tener en cuenta que en España la masonería —a diferencia de lo que sucede en Francia, Inglaterra, Estados Unidos y otros países, donde es bien aceptada y apreciada—, todavía es vista con ciertos recelos, una consecuencia de la persecución que sufrió durante la dictadura franquista, y que obligó a las distintas logias y a sus miembros a vivir en la clandestinidad o a exiliarse.

Miembros de la logia Añaza, en una imagen de época
 
 
 
En el caso del templo tinerfeño el edificio pasó a manos del ejército, convirtiéndose en una farmacia militar y con los años acabó en desuso. Hace algunos años el Ayuntamiento de Santa Cruz adquirió el inmueble, con la intención de restaurarlo y ubicar en él un museo sobre la masonería, de forma que todo el mundo pudiera conocer esta pieza singular de nuestro patrimonio.
 
Por desgracia esta medida parece haber quedado en suspenso, y el antiguo templo masónico, con sus intrigantes esfinges flanqueando su fachada, siguen sin recibir la llegada de nuevos visitantes.

 
 
 
calle San Lucas., casi a espaldas de la Iglesia del pilar en pleno centro de la ciudad.

El edificio fue construido entre 1899 y 1902 para uso de la Logia Añaza. Es considerado como uno de los principales templos masónicos de España, y el primero del Archipiélago Canario.

El 8 de agosto de 1895 tuvo lugar la fundación del taller masónico más importante del siglo XX en Canarias, la Logia Añaza, que se consolidaría con rapidez, logrando reorganizar a la masonería canaria del primer tercio del citado siglo.

La Logia se colocó bajo los auspicios de una obediencia española de segundo orden, el Grande Oriente Ibérico, al que se mantuvo unida hasta 1902En 1903, ante las dudas sobre la verdadera importancia del Grande Oriente Ibérico, decidieron cambiar de auspicios, pasando a pertenecer al renovado Grande Oriente Español con el número 270.

 La logia Añaza 270 perduró bajo esta obediencia hasta 1922. Entre 1923 y 1931, durante la Dictadura de Primo de Rivera, la logia Añaza pasó a formar parte, con el número 1, de la recién creada Gran Logia de Canarias. En 1931, tras una divergencia de pareceres, se divide en dos: la logia Añaza nº 270, adherida de nuevo al Gran Oriente Español, y la logia Añaza nº 1, con un número menor de miembros que fueron expulsados del templo pese a sus reclamaciones. Añaza 270 se mantuvo en el templo de la calle San Lucas y en el Gran Oriente Español hasta los inicios de la Guerra Civil  de 1936, en que fue disuelta y sus bienes confiscados.

El Templo Masónico, fue construido entre 1899 y 1902, según el proyecto del arquitecto municipal Manuel de Cámara, cuya financiación corrió a cargo de la Logia Añaza. No obstante, la fachada no se concluiría definitivamente hasta 1923.

El edificio está retranqueado con respecto a los circundantes; contiene un fuerte simbolismo, principalmente de inspiración egipcia.

La fachada se articula en tres cuerpos; el central se compone de dos enormes columnas embebidas, con fuste liso y capiteles con hojas de palmera (palmiformes), que sostienen un voluminoso frontón triangular. En éste se encuentra un ojo con rayos radiantes, en representación del Ser Supremo, Gran Arquitecto del Universo según la simbología masónica. Flanqueando cada columna, se encuentran dos esfinges (cuatro en total) echadas sobre el vientre y cubiertas con el claft.  La puerta principal está labrada en madera con motivos geométricos; sobre ella, el dintel se decora con hojas de palmera y un sol con alas de águila, símbolo de Horus. El edificio se levanta sobre un estereóbato.

No he podido ver su interior, y  ya en mi época de vivir Tenerife, lo recuerdo como almacén de la Farmacia Militar, óptica y dependencias militares, quedando cerrado en 1990. En 2001, el Estado lo vendió al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, estando pendiente de su restauración, para fines culturales.
 
 
 
 
 

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