LA REINA LUPA
EL PICO SACRO Y LA LEYENDA DEL APÓSTOL SANTIAGO
Se cuenta que…
La Leyenda de Santiago Apóstol y su llegada a Galicia.
La Leyenda de Santiago Apóstol y su llegada a Galicia.
El cuerpo del Apostol Santiago es conducido al palacio de la Reina Lupa en Galicia.
El origen del culto a Santigo y Compostela está ligado a la la leyenda de la confrontación entre la galaica Reina Lupa y el Apóstol Santiago , que surge de los tiempos de la tardía y difícil etapa cristianizadora del Finisterrae.En realidad, es una prueba del sincretismo entre la religión precristiana y el culto que se quiere extender.
Santiago había estado en Hispania predicando las enseñanzas de Jesucristo, pero al volver a Palestina en el año 42 fue decapitado por Herodes
Tras la Ascensión de Jesús a los cielos, los Apóstoles se habrían repartido por los rincones del mundo conocido, para expandir la nueva religión, recibiendo Jacobo el encargo de evangelizar Hispania. Tras desembarcar en la costa mediterránea de Andalucía, cruzó toda la Península siguiendo la Ruta de la Plata, hasta llegar a la Gallaecia, donde predicó de forma intensa pero infructuosa. Recibió en Muxía la milagrosa visita de la Virgen María, que llegó sobre una barca guiada por ángeles (la embarcación se conserva actualmente, convertida en piedra, a los pies de la iglesia del pueblo, aunque ateos descreídos dicen, que solo son unas piedras usadas tradicionalmente en ritos de fecundidad..
Así reconfortado, continuó predicando durante unos siete años, con idéntico fracaso, hasta que decidió marcharse hacia el interior, con la única compañía de un perro, con el que llegó a Cesar Augusta ( Zaragoza). Aquí se le volvió a aparecer la Virgen en carne mortal, pues aún vivía en Jerusalén, la tele-transportación estaba muy avanzada en aquella época, y le pidió que continuara con fe su predicación y levantara un templo en su honor. Al fin consiguió captar un pequeño grupo de adeptos, cuyo número varía entre siete y doce, según las fuentes, y levantó con su ayuda un pequeño templo, en cuyo interior se guardó el “pilar”, la piedra sobre la que habría estado la Virgen en su aparición. Tras predicar en varias localidades más, en algunas de ellas fundando iglesias marianas, decidió volver a Jerusalén donde fué decapitado por Herodes (hay algunos que no aprenden)
Sus discípulos recogieron el cuerpo y la cabeza del Apóstol y en el puerto de Jaffa (Jope) subieron en un barco que comerciaba con piedra.. ( de ahi la Leyenda de que llegó a Galicia en un barco de piedra, el comercio de piedra entre el Noroeste de la Peninsula y Egipto, está documentado, “se cree que fueron los picapedreros gallegos los que hicieron las pirámides” (es un chiste, no me afeéis la licencia) y el cuerpo del Apóstol fue llevado a tierras gallegas.
Pasando a la altura de Bouzas ( actualmente famoso por la Calle de las Ostras) el príncipe Lobecio Privano (hijo de la Reina Lupa y de Lobo Lobecio) celebraba sus bodas con Caya Valeria (hija de Caya Lobia y de Puctonio Marcelo) tomándose unas docenitas con albariño, el príncipe cuando estaba participando en un torneo caballeresco que era parte de la fiesta, sobrepasaba la tasa de alcohol y tuvo la desgracia de caerse al mar hundiéndose precipitadamente, el Apóstol intervino haciendo que su cuerpo flotara, más tarde ya de noche la embarcación que llevaba el cuerpo del Apóstol se adentra por la ría de Noela (Noia) deteniéndose en Iria Flavia junto a una piedra de venerar de la Iglesia de San Jacobo, allí depositan el cuerpo encima de otra piedra que milagrosamente se funde cogiendo la forma de un sarcófago, los discípulos Teodoro y Atanasio dejan el cuerpo y se disponen a encontrar un lugar más adecuado para la sepultura definitiva.
De aquella, Iria Flavia estaba dentro de los dominios de la Reina Lupa (Atia Moeta), esta acrópolis era llamada en la leyendas Castro Lupario, lo que hoy en día conocemos por Padrón y sus pimientos.
La Reina Lupa era Claudia Lupa, hija de Don Cayo Julio Cesar (Dictador de Roma) y de Doña Cornelio Cinna (Princesa de Cornelia), y cuando su padre pasó triunfante a Roma, la dejó en Galicia, donde se desposó con Lobo Lobecio, señor de Castro Lupario, a quien el Emperador Augusto hizo régulo. El hijo de este matrimonio se llamó Lobecio Privano
Los discípulos se dirigieron al palacio de la Reina Lupa con intención de solicitar un lugar donde sepultar a su maestro, la Reina desconcertada los envió a Dvgivm en Cabo Neiro (Duio-Fisterra) lugar donde vivía el sumo sacerdote del Ara Solis, llamado Regulus, quien desconfiando de los intrusos los mandó apresar
Estando Teodoro y Atanasio en su celda, unas luces aparecieron durante la noche formando una puerta invisible en el muro y por donde escaparon, siendo de inmediato perseguidos, pero los soldados no pudieron atravesar un puente en el río Támara (Tambre) que inmediatamente después de ser cruzado por los prófugos, se derrumbó impediendo el paso de los perseguidores. Mientras tanto, la reina había ordenado nada más partir los extraños, traer los restos del Apóstol a su presencia, pero cuando los soldados se dispusieron a sustraer el cadáver del féretro de piedra, el cuerpo se elevó hasta la cima del Pico Sacro.
El Pico Sacro mide unos 600 metros de alto, se encuentra en el Valle del Ulla y se puede divisar desde unos 30 kilómetros a la redonda, está rodeado de leyendas e historias populares, entre todas ellas sobresale la historia de la reina Lupa (loba) y Sant-Iago (Santiago).
Teodoro y Atanasio, ya de vuelta se dirigieron de nuevo ante la presencia de la Reina para solicitarle una carreta y una pareja de bueyes con los que trasladar los restos del maestro a una sepultura, la Reina quiso engañarlos y los envió al monte Ilianvs donde aseguraba que en sus laderas había bueyes mansos, los discípulos se encontraron bueyes pero eran salvajes, además de un Dragón, las bestias los atacaron pero Teodoro y Atanasio consiguieron vencerlos por medio del amansamiento provocado por los rezos haciendo repetidas veces el signo de la cruz.
La Reina Lupa quedó impresionada por los acontecimientos al ver como los discípulos salían una y otra vez de los peligros, como sus soldados le habían contado la elevación de los restos del Apóstol y que su hijo había sido salvado milagrosamente de ser ahogado al paso del barco del Apóstol, decidió entonces, convertirse al cristianismo y siendo bautizada allí mismo, ofreció su palacio como mausoleo para San Jacobo.
Los discípulos prefirieron que la Divina Providencia decidiera el lugar de sepultura, por lo que, rechazando el ofrecimiento de la Reina, subieron el cuerpo recogido de la cima del Pico Sacro a la carreta, y los bueyes fueron llevando el cadáver sin guía terrenal, en un momento del camino los bueyes escarbaron con sus pezuñas en la tierra y de ella brotó agua, formándose la fuente del Franco, luego prosiguieron su camino deteniéndose en un campo denominado Arcis Marmoricis, en el bosque de Liberdvnvm (Libredón), en el se encontraba una construcción romana que la Reina Lupa había mandado construir para su nieta de dieciséis años , Viria Moeta, y para el suyo propio, aún así, la Reina Lupa donó el lugar para sepelio del Apóstol, sobre cuyo sepulcro se edificó después la Iglesia Basílica de San Jacobo (Santiago) y en sus alrededores se formó la urbe de Santiago de Compostela.
En cualquiera de los casos, el lugar elegido para situar el sepulcro jacobeo, en las inmediaciones de una encrucijada de caminos, quedó cubierto durante siglos por la maleza del bosque Libredón. Este silencio quedó roto en el siglo IX, después que el monje eremita Paio y el obispo Teodomiro descubren la preciada tumba, como se dice en la Lauda del obispo Teodomiro:
IN HOC TUMULUS REQUIESCIT FAMULUS DEI THEODOMIRUS HIRIENSE SEDIS EPS QUI OBIIT XIII KLDS NBRS ERA DCCCLXXXVA
(“En esta tumba reposa el siervo de Dios Teodomiro Obispo de la sede de Iria que murió el 20 de Octubre de 847”.)
Lo que importaba era la devoción, y daba igual por donde marchase uno hacia Compostela. En seguida de todas partes fueron para venerar y recibir los favores del santo. Y desde el principio hay que subrayar que no sólo cristianos peregrinaban. Santiago, como santo, se convirtió en un elemento aglutinador. Y esto no era poco en una época en que las relaciones entre el Islam y el Cristianismo eran muy fluctuantes.
Curiosamente, esa misma zona es donde muere el sol. Este también se regenera simbólicamente, ya que el Camino de Santiago se realiza de este a oeste en dirección a la puesta de sol. El peregrino recorre este camino en contra de la rotación de la Tierra hacia el lugar donde se oculta el astro rey.
Es el “Sol Invictus”, que muere y nace completamente regenerado, igual que el auténtico peregrino jacobeo. Y así se estableció que mucha gente iba en ruta para ver este acontecimiento, para estremecerse viendo cómo el océano engullía al sol. No es de extrañar que un lugar como éste fuese el sitio ideal para que reposaran los restos de un apóstol de Jesús. Ahora es cuando comienza el mito jacobeo por antonomasia, la tumba de Santiago.
A la ciudad del Apóstol se puede llegar a través de cualquiera de los ocho Caminos Jacobeos. El Camino Francés entra en Galicia por O Cebreiro a 1200 metros de altitud. Está considerado por el Consejo de Europa Primer Itinerario Cultural Europeo. El Camino Primitivo fue utilizado por los primeros peregrinos asturianos, que viajaban de Oviedo hasta Galicia. En el Camino del Norte se creó una fuerte corriente jacobea de peregrinos llegados desde Inglaterra, Flandes, Alemania o Escandinavia. El Camino Inglés sirvió para que peregrinos llegados desde Escandinavia y las Islas Británicas comenzaran sus peregrinaciones en el siglo XII.
El Camino Fisterra-Muxía surge de la necesidad de muchos peregrinos de llegar hasta el Finis Terrae, un lugar lleno de mitos y leyendas considerado el punto final de un itinerario marcado por la Vía Láctea. Pasamos ahora a la Ruta Marítima del Mar de Arousa y el Río Ulla, que revive la llegada del cuerpo del Apóstol por mar desde las tierras de Jerusalén.
El Camino Portugués permitió la entrada de los peregrinos desde Portugal al mismo tiempo que abrió puertas a un rico intercambio cultural y económico. Por último, el Camino del Sudeste-Vía de la Plata, se llamó así por ser una prolongación de la calzada romana que unía Emerita Augusta con Asturica Augusta.
(1).- Rito de fecundidad:
La tradición manda que el ritual debe hacerse en la víspera del día de San Juan. Los amantes deben ir esa noche a la «cuna de la santa» y consumar el acto sexual en este espacio que forman las piedras junto a la playa. A continuación, la mujer debe ir a la playa que está junto a la ermita y mojarse con «agua de nueve olas», de modo que cada una de ellas le llegue hasta el vientre. Éstas simbolizan los nueve meses de embarazo, que –según los creyentes– la Virgen concederá a los aspirantes a progenitores. En la playa de la Lanzada es se encuentra la «cuna da Santa», un conjunto de piedras de formación natural que tienen forma de cama y que constituyen una pieza imprescindible en el ritual de fecundidad y es una tradición muy extendida en muchas partes de Galicia
(2).-El texto más importante que narra la Translatio del cuerpo apostólico, desde Jaffa a Iria y desde allí a su lugar de enterramiento, en Compostela, es el célebre Liber Sancti Jacobi, “Códice Calixtino”, Libro III, capítulo 1, que se presume compilado por Aymerico Picaud, que lo debió terminar hacia 1139. Este libro recibe su nombre del prefacio, falsamente atribuido al Papa Calixto II y se compone de cinco libros:
1. Antología de piezas litúrgicas y cánticos en honor de Santiago;
2. “Libro de los Milagros”;
3. “Libro de las Translación”;
4. Historia de Carlomagno y Rolando o pseudo-Turpín, en el que se atribuía el descubrimiento del sepulcro al emperador;
5. Guía del peregrino, similar a los actuales libros de viajes. Añade comentarios acerca de los territorios y gentes del Camino, en algunos casos muy maliciosos (sobre todo con los navarros). Parece redactado por el propio Picaud.
(3).-Nada más llegar a Jerusalén, después de un viaje como os podéis imaginar largo y pesado, encontré a la población autóctona dominada por dos impostores que se hacían pasar por dos magos: Hermógenes y su discípulo Fileto. Sin embargo, empecé mi predicación y, como podéis intuir, no pude seguir haciéndolo por mucho tiempo porque Hermógenes envió a Fileto para que demostrara la falsedad del Cristianismo, pero mis prodigios acabaron por convertir al mago, quien decidió abandonar a su maestro para seguirme. Hermógenes, dado que Fileto había chaqueteado, reaccionó inmovilizándolo con hechizos, pero yo le envié un manto por medio de su criado y Fileto quedó libre tras recitar la fórmula “Dios levanta a los que han caído, Él libera a los que están cautivos”. ¿Maravilloso, no?
Entonces Hermógenes se encolerizó y convocó a unos demonios para que nos apresaran a Fileto y a mí, pero éstos se sublevaron y capturaron al propio mago, entregándomelo.
Ante tanto portento, el mago también se convirtió y entonces tiré sus libros de magia al mar. Esta lucha tan insólita irritó a los judíos y el Sumo Sacerdote, Abiathar, excitó a la multitud contra mí, consiguiendo que Herodes Agripa me condenara a muerte. Camino del suplicio, sané a un paralítico y lo bauticé, convirtiendo al mismo tiempo a Josías, el fariseo que me llevaba atado.Así, aunque parezca una pesadilla, ambos fuimos decapitados al instante, en el año 44 me parece y, si no os fiáis de mis palabras, San Lucas consignó el episodio en los “Hechos de los Apóstoles”: “Por aquel tiempo, el rey Herodes se apoderó de algunos de la iglesia para atormentarlos. Dio muerte a Santiago, hermano de Juan, por la espada”.