"Las Palmas ha tenido cuatro alcaldes masones"
Jerónimo Saavedra
Edita: Canarias En Hora
Venerable Maestro Masón
Nadie lo ha visto jamás enfadado. Su trato es cercano, confiado, distendido, alegre e incluso divertido y, a grabadora cerrada, reconoce que se conmueve con muchas cosas. Jerónimo Saavedra (Las Palmas de Gran Canaria, 1936), célebre melómano y amante de la cultura fue Presidente del Gobierno de Canarias de 1983 a 1987 y de 1991 a 1993, así como Ministro de Administraciones Públicas (1993-1995) y Ministro de Educación y Ciencia (1995-1996). Entre 2007 y 2011 merced a su victoria en los comicios municipales por mayoría absoluta, fue Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, y desde 2011 es Diputado del Común por el Parlamento de Canarias. Sin embargo, la entrevista de ahora es dirigida al Venerable Maestro de la Logia Abora, exclusivamente. Un masón que advierte que el hombre debe de volver a poner en valor máximas a las que parece haber olvidado: "la vida y la libertad"
.
¿Es usted masón?
Sí, por supuesto.
¿Desde cuándo?
Desde 1989. Me inicié en una logia en Lisboa.
¿Por qué en Lisboa?
Porque en aquella época había quien consideraba que para la vida política no estaba bien que uno fuera conocido como masón.
¿Qué cualidades básica ha de tener un masón?
Un masón no puede ser una persona totalitaria, racista, vengativa, intolerante, despótica. El masón se tiene que liberar de las malas pasiones.
¿Qué hacen los masones?
Tratan de perfeccionarse como individuos, a nivel moral y espiritual, pero no de forma aislada pues pertenecemos y vivimos en sociedad. Trabajamos en valores democráticos y luego los trasladamos a la ciudadanía, al exterior, colaborando. No tenemos ninguna exclusiva. Somo un factor más de colaboración en el progreso de la humanidad.
¿Cómo colaboran?
A través del testimonio personal, a través del estudio. Hay una extensa bibliografía de artículos, revistas y publicaciones masónicas, que incluyen lecciones espirituales, y también artículos históricos y filosóficos. También colaboramos a través de obras de caridad a personas necesitadas. En este último caso, lo hacemos con absoluto anonimato porque entendemos que la llamada caridad o solidaridad no puede exhibirse porque ofendes a las personas que reciben la ayuda.
¿Tiene mandamientos la Masonería?
De las ideas revolucionarias se hacen eco las máximas masónicas de libertad, igualdad y fraternidad.
¿En qué ha contribuido la Masonería en el progreso de la humanidad?
Hay una treintena de premios Nobel de La Paz que son masones. Theodor Roosevelt, Ramón y Cajal, Rudyard Kipling, Henri La Fontaine, Alexander Fleming, George Marshall, entre otros. La Cruz Roja fue creada por un masón. En la Sociedad de Naciones, en la Declaración de Derechos Humanos de Naciones Unidas del año 46 hay una presencia masónica muy importante. La mayoría de los que firmaron la redacción de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos el 4 de julio, de 1776, eran masones. También hay masones ente los diputados de las Cortes de Cádiz y el pensamiento liberal de la época.
¿En Canarias?
Canarias está llena de masones ilustres. Es curioso que sea Benito Pérez Galdós quien en los Episodios Nacionales refleje a partir de la Batalla de Trafalgar el papel de la masonería a los largo del XIX. Y en Canarias hay figuras muy destacadas que fueron a prisión sólo por ser masón. Pero le diré algo. La ciudad d Las Palmas de Gran Canaria ha tenido cuatro alcaldes masones. López Botas, venerable maestro de la logia Andamada, un hombre de una generosidad extrema que se arruinó por las inmensas labores que hizo por su ciudad. También Nicolás Díaz Saavedra, que fue alcalde durante la II República, luego Juan Rodríguez Doreste, que tras el Alzamiento Nacional de 1936 sufrirá detención y prisión en la Isleta y Gando, y en cuarto lugar, quien les habla. No creo que ninguna otra ciudad del mundo tenga esta singularidad.
¿Por qué se hace masón?
Las razones que me acercaron a las Masonería son varias. Influye mi formación religiosa. Soy de origen católico jesuítico, 12 años en el colegio. Pero hay una razón determinante, un antecedente familiar: mi abuelo. Fue jefe militar de la isla de La Palma, y conservo intercambio de postales suyas con figuras masónicas notables de la segunda mitad del siglo XIX, como por ejemplo los decreto y ascensos de mi abuelo firmados por Prim. Uno de los documentos pone "por los servicios prestados a la causa de la libertad". También tengo intercambio de correspondencia con Sagasta y Ruiz de Elvira Prieto, que fue Presidente del Consejo de Ministro en los años 70 del siglo XIX. Mi abuelo fue fundador de la Cruz Roja en la isla de la Palma a finales del XIX, y además, llevo su nombre.
Supongo que usaría un nombre de guerra para salvaguardar su condición.
Cuando fui a Salamanca a visitar el Museo de la Guerra Civil donde están todos los bienes usurpados por el franquismo a la Masonería, busqué el nombre de mi abuelo, y descubrí que así era, usaba un nombre de guerra.
A la dictadura le preocupaba muy especialmente la masonería.
En 1940 se dictó la principal ley antimasónicay del Régimen, la Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo. Las penas iban desde la incautación de bienes hasta la reclusión mayor. Los masones, aparte de las sanciones económicas, quedaban automáticamente separados de cualquier empleo o cargo de carácter público. Se establecieron penas de veinte a treinta años de prisión para los grados superiores, y de doce a veinte para los cooperadores. La depuración llegaba a tal extremo que impedía formar parte de un Tribunal de Honor a quien tuviera algún pariente masón hasta segundo grado de consanguineidad.
¿Su ya conocida preocupación por la cultura es base para su ingreso en la Masonería?No sólo mi preocupación por la cultura, sino por conocer el desarrollo de la marcha de la humanidad, los obstáculos, los procesos de hacia adelante y hacia atrás, el por qué de toda esa deriva en la que se encuentra el ser humano cuando parece que ya ha eliminado las irracionalidades, las barbaries, y volvemos a ellas. Y no sólo hablo de la actualidad con el yijadismo, sino desde el fenómeno de la Inquisición en el pasado a las dos terribles guerras mundiales. Y es esta serie de preocupaciones, estudios e inquietudes que comparte la Masonería.
¿Cuál es el origen de la Masonería en Canarias?
Se remonta a las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. Hay referencias de que en La Laguna se reunían masones que habían sido influenciados por aquellos españoles que estuvieron en las prisiones francesas durante la Guerra de la Independencia, que regresaban a Canarias ya masones. De hecho, hay un célebre párroco en Santa Cruz de La Palma, don Manuel Díaz, que tiene una estatua en la plaza de España frente a la Iglesia de la parroquia del Salvador, donde hay un pelicano que es un símbolo masón, de los Rosacruces. Pues en 1929 don Manuel ofreció un sermón haciendo juramento a los feligreses de la Constitución de Cádiz para el Trienio Liberal, cuyo sermón es muy conocido en todos los libros de historia.
¿Un párroco de un pueblo perdido de una isla perdida?
Ya ve. En pleno siglo XIX teniendo su trascendencia un párroco de la isla La Palma. Y es con el Sexenio Revolucionario (1868-1874) que se consolida la Masoneria en Canarias tras la caída de Isabel II, constituyéndose las primeras logias tanto en Santa Cruz de Tenerife como en Santa Cruz de La Palma, hacia el año 1873. A partir de ahí, hay un cierto desarrollo con periodos de blindamiento como consecuencia de la Crisis del 98 y la Pérdida de las Colonias, y el caso cubano también influye, aunque es en la segunda década del siglo XX que recupera vitalidad e importancia desde final de la República hasta la Guerra Civil.
Póngame algún ejemplo ilustrativo de lo que fue de la Masonería antes y después de la Guerra Civil.
Le menciono dos que particularmente me parecen admirables. Uno fue el de Alonso Pérez Díaz, palmero abogado que estudió en Sevilla, y su hermano fue uno de los principales colaboradores en la Ley de Cabildos en Madrid, casado con una sobrina de Salmerón, Presidente de la I República española. Este hombre a principios del XX se inicia en la Masonería y siendo un destacado político desarrolla una intensa actividad cultural y profesional, de forma que cuando se produce la II República es diputado en varias legislaturas por un partido de centro independiente, de carácter insular y rural, hasta que en el 36 se produce la coalición de izquierdas llamada Frente Popular. El 18 de julio del 36 La Palma fue una Isla que resistió el golpe, hasta el punto que los palmeros son los últimos republicanos de España. A Alonso Pérez lo detienen y lo llevan a la prisión de Fyffes con socialistas, comunistas y hombres de la cultura, donde enferma. Lo importante es que en todos los procesos, tanto militares como civiles que se le aplican, su único delito es ser masón.
¿Cuál es el otro caso?
Un militar de carrera que el 18 de julio se niega a sacar a las tropas a la calle. Y son sus propios compañeros de academia, los menos fanáticos del golpe, los que lo arropan. Era un militar de gran prestigio adquirido durante su estancia en África Occidental. Lo cierto es que lo apresan y se lo llevan en un barco de pesca en unas condiciones terribles a un pueblo perdido de La Gomera, donde lo separan del cuerpo y, como única acusación, ser masón.
¿Por qué ha sido tan perseguida la Masonería?
Hay un factor religioso. La Iglesia ha condenado siempre la masonería. En el siglo XVIII los Papas lo hicieron con mucha más fuerza, y en el XIX persistieron en ello. En el Código de Derecho Canónico de 1917 se excomulgaba a los católicos que dieran su nombre a la masonería. Ese el origen de esa criminalización. Sin embargo, lo que realmente asombra, como le decía antes, es que en pleno siglo XX, en 1940 se haga una ley por el franquismo de represión a la masonería y el comunismo. De todo lo que había sucedido en la Segunda República, sólo se dicta una ley para perseguir a la masonería y el comunismo. Los demás nos les preocupaba, entre otras cosas, la religión con todos sus fenómenos ultras, por ejemplo.
Entonces, la Masonería ha tenido que ocultarse para no ser perseguida y ajusticiada.
Sí, por razones de defensa. De manera que durante mucho tiempo se consideró una sociedad secreta. Se hacía un juramento de no revelar lo que se haga en los templos que se hace en los talleres. Ahora es una sociedad discreta, pero por razones de ética. Nada más.
¿Hay un giro?
La Masonería quiere colaborar con la sociedad en su perfeccionamiento y también en el perfeccionamiento de cada uno de nosotros como individuos. La situación actual es que seguimos siendo un grupo pequeño en España, aunque a nivel internacional la cosa cambie considerablemente. Lo cierto es que hay un evidente proceso de acercamiento en ambos sentidos, de apertura y fraternización necesario.
¿Es cierto que el único templo masónico que hay en España está en Canarias?
Así es. Se encuentra en Santa Cruz de Tenerife. Allí tenemos un templo masónico construido en la primera mitad el siglo XX, que el franquismo incautó y montó una farmacia militar. Hasta que estando yo en el Gobierno como Ministro, junto al Ministro de Defensa acordamos cederlo a la Masonería para que se pudieran celebrar actos masónicos. Posteriormente fue adquirido por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y se está elaborando un proyecto de restauración por el enorme valor artístico que tiene. Es un inmueble bellísimo. Merece la pena que lo viste. Le impresionará tanta belleza.
Sí, por supuesto.
¿Desde cuándo?
Desde 1989. Me inicié en una logia en Lisboa.
¿Por qué en Lisboa?
Porque en aquella época había quien consideraba que para la vida política no estaba bien que uno fuera conocido como masón.
¿Qué cualidades básica ha de tener un masón?
Un masón no puede ser una persona totalitaria, racista, vengativa, intolerante, despótica. El masón se tiene que liberar de las malas pasiones.
¿Qué hacen los masones?
Tratan de perfeccionarse como individuos, a nivel moral y espiritual, pero no de forma aislada pues pertenecemos y vivimos en sociedad. Trabajamos en valores democráticos y luego los trasladamos a la ciudadanía, al exterior, colaborando. No tenemos ninguna exclusiva. Somo un factor más de colaboración en el progreso de la humanidad.
¿Cómo colaboran?
A través del testimonio personal, a través del estudio. Hay una extensa bibliografía de artículos, revistas y publicaciones masónicas, que incluyen lecciones espirituales, y también artículos históricos y filosóficos. También colaboramos a través de obras de caridad a personas necesitadas. En este último caso, lo hacemos con absoluto anonimato porque entendemos que la llamada caridad o solidaridad no puede exhibirse porque ofendes a las personas que reciben la ayuda.
¿Tiene mandamientos la Masonería?
De las ideas revolucionarias se hacen eco las máximas masónicas de libertad, igualdad y fraternidad.
¿En qué ha contribuido la Masonería en el progreso de la humanidad?
Hay una treintena de premios Nobel de La Paz que son masones. Theodor Roosevelt, Ramón y Cajal, Rudyard Kipling, Henri La Fontaine, Alexander Fleming, George Marshall, entre otros. La Cruz Roja fue creada por un masón. En la Sociedad de Naciones, en la Declaración de Derechos Humanos de Naciones Unidas del año 46 hay una presencia masónica muy importante. La mayoría de los que firmaron la redacción de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos el 4 de julio, de 1776, eran masones. También hay masones ente los diputados de las Cortes de Cádiz y el pensamiento liberal de la época.
¿En Canarias?
Canarias está llena de masones ilustres. Es curioso que sea Benito Pérez Galdós quien en los Episodios Nacionales refleje a partir de la Batalla de Trafalgar el papel de la masonería a los largo del XIX. Y en Canarias hay figuras muy destacadas que fueron a prisión sólo por ser masón. Pero le diré algo. La ciudad d Las Palmas de Gran Canaria ha tenido cuatro alcaldes masones. López Botas, venerable maestro de la logia Andamada, un hombre de una generosidad extrema que se arruinó por las inmensas labores que hizo por su ciudad. También Nicolás Díaz Saavedra, que fue alcalde durante la II República, luego Juan Rodríguez Doreste, que tras el Alzamiento Nacional de 1936 sufrirá detención y prisión en la Isleta y Gando, y en cuarto lugar, quien les habla. No creo que ninguna otra ciudad del mundo tenga esta singularidad.
¿Por qué se hace masón?
Las razones que me acercaron a las Masonería son varias. Influye mi formación religiosa. Soy de origen católico jesuítico, 12 años en el colegio. Pero hay una razón determinante, un antecedente familiar: mi abuelo. Fue jefe militar de la isla de La Palma, y conservo intercambio de postales suyas con figuras masónicas notables de la segunda mitad del siglo XIX, como por ejemplo los decreto y ascensos de mi abuelo firmados por Prim. Uno de los documentos pone "por los servicios prestados a la causa de la libertad". También tengo intercambio de correspondencia con Sagasta y Ruiz de Elvira Prieto, que fue Presidente del Consejo de Ministro en los años 70 del siglo XIX. Mi abuelo fue fundador de la Cruz Roja en la isla de la Palma a finales del XIX, y además, llevo su nombre.
Supongo que usaría un nombre de guerra para salvaguardar su condición.
Cuando fui a Salamanca a visitar el Museo de la Guerra Civil donde están todos los bienes usurpados por el franquismo a la Masonería, busqué el nombre de mi abuelo, y descubrí que así era, usaba un nombre de guerra.
A la dictadura le preocupaba muy especialmente la masonería.
En 1940 se dictó la principal ley antimasónicay del Régimen, la Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo. Las penas iban desde la incautación de bienes hasta la reclusión mayor. Los masones, aparte de las sanciones económicas, quedaban automáticamente separados de cualquier empleo o cargo de carácter público. Se establecieron penas de veinte a treinta años de prisión para los grados superiores, y de doce a veinte para los cooperadores. La depuración llegaba a tal extremo que impedía formar parte de un Tribunal de Honor a quien tuviera algún pariente masón hasta segundo grado de consanguineidad.
¿Su ya conocida preocupación por la cultura es base para su ingreso en la Masonería?No sólo mi preocupación por la cultura, sino por conocer el desarrollo de la marcha de la humanidad, los obstáculos, los procesos de hacia adelante y hacia atrás, el por qué de toda esa deriva en la que se encuentra el ser humano cuando parece que ya ha eliminado las irracionalidades, las barbaries, y volvemos a ellas. Y no sólo hablo de la actualidad con el yijadismo, sino desde el fenómeno de la Inquisición en el pasado a las dos terribles guerras mundiales. Y es esta serie de preocupaciones, estudios e inquietudes que comparte la Masonería.
¿Cuál es el origen de la Masonería en Canarias?
Se remonta a las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. Hay referencias de que en La Laguna se reunían masones que habían sido influenciados por aquellos españoles que estuvieron en las prisiones francesas durante la Guerra de la Independencia, que regresaban a Canarias ya masones. De hecho, hay un célebre párroco en Santa Cruz de La Palma, don Manuel Díaz, que tiene una estatua en la plaza de España frente a la Iglesia de la parroquia del Salvador, donde hay un pelicano que es un símbolo masón, de los Rosacruces. Pues en 1929 don Manuel ofreció un sermón haciendo juramento a los feligreses de la Constitución de Cádiz para el Trienio Liberal, cuyo sermón es muy conocido en todos los libros de historia.
¿Un párroco de un pueblo perdido de una isla perdida?
Ya ve. En pleno siglo XIX teniendo su trascendencia un párroco de la isla La Palma. Y es con el Sexenio Revolucionario (1868-1874) que se consolida la Masoneria en Canarias tras la caída de Isabel II, constituyéndose las primeras logias tanto en Santa Cruz de Tenerife como en Santa Cruz de La Palma, hacia el año 1873. A partir de ahí, hay un cierto desarrollo con periodos de blindamiento como consecuencia de la Crisis del 98 y la Pérdida de las Colonias, y el caso cubano también influye, aunque es en la segunda década del siglo XX que recupera vitalidad e importancia desde final de la República hasta la Guerra Civil.
"El único templo masón de España se encuentra en Santa Cruz de Tenerife"
Le menciono dos que particularmente me parecen admirables. Uno fue el de Alonso Pérez Díaz, palmero abogado que estudió en Sevilla, y su hermano fue uno de los principales colaboradores en la Ley de Cabildos en Madrid, casado con una sobrina de Salmerón, Presidente de la I República española. Este hombre a principios del XX se inicia en la Masonería y siendo un destacado político desarrolla una intensa actividad cultural y profesional, de forma que cuando se produce la II República es diputado en varias legislaturas por un partido de centro independiente, de carácter insular y rural, hasta que en el 36 se produce la coalición de izquierdas llamada Frente Popular. El 18 de julio del 36 La Palma fue una Isla que resistió el golpe, hasta el punto que los palmeros son los últimos republicanos de España. A Alonso Pérez lo detienen y lo llevan a la prisión de Fyffes con socialistas, comunistas y hombres de la cultura, donde enferma. Lo importante es que en todos los procesos, tanto militares como civiles que se le aplican, su único delito es ser masón.
¿Cuál es el otro caso?
Un militar de carrera que el 18 de julio se niega a sacar a las tropas a la calle. Y son sus propios compañeros de academia, los menos fanáticos del golpe, los que lo arropan. Era un militar de gran prestigio adquirido durante su estancia en África Occidental. Lo cierto es que lo apresan y se lo llevan en un barco de pesca en unas condiciones terribles a un pueblo perdido de La Gomera, donde lo separan del cuerpo y, como única acusación, ser masón.
¿Por qué ha sido tan perseguida la Masonería?
Hay un factor religioso. La Iglesia ha condenado siempre la masonería. En el siglo XVIII los Papas lo hicieron con mucha más fuerza, y en el XIX persistieron en ello. En el Código de Derecho Canónico de 1917 se excomulgaba a los católicos que dieran su nombre a la masonería. Ese el origen de esa criminalización. Sin embargo, lo que realmente asombra, como le decía antes, es que en pleno siglo XX, en 1940 se haga una ley por el franquismo de represión a la masonería y el comunismo. De todo lo que había sucedido en la Segunda República, sólo se dicta una ley para perseguir a la masonería y el comunismo. Los demás nos les preocupaba, entre otras cosas, la religión con todos sus fenómenos ultras, por ejemplo.
Entonces, la Masonería ha tenido que ocultarse para no ser perseguida y ajusticiada.
Sí, por razones de defensa. De manera que durante mucho tiempo se consideró una sociedad secreta. Se hacía un juramento de no revelar lo que se haga en los templos que se hace en los talleres. Ahora es una sociedad discreta, pero por razones de ética. Nada más.
¿Hay un giro?
La Masonería quiere colaborar con la sociedad en su perfeccionamiento y también en el perfeccionamiento de cada uno de nosotros como individuos. La situación actual es que seguimos siendo un grupo pequeño en España, aunque a nivel internacional la cosa cambie considerablemente. Lo cierto es que hay un evidente proceso de acercamiento en ambos sentidos, de apertura y fraternización necesario.
¿Es cierto que el único templo masónico que hay en España está en Canarias?
Así es. Se encuentra en Santa Cruz de Tenerife. Allí tenemos un templo masónico construido en la primera mitad el siglo XX, que el franquismo incautó y montó una farmacia militar. Hasta que estando yo en el Gobierno como Ministro, junto al Ministro de Defensa acordamos cederlo a la Masonería para que se pudieran celebrar actos masónicos. Posteriormente fue adquirido por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y se está elaborando un proyecto de restauración por el enorme valor artístico que tiene. Es un inmueble bellísimo. Merece la pena que lo viste. Le impresionará tanta belleza.
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