ORACION CONTRA EL MAL DE OJO

 

MAL DE OJO

 

 

 

 

 

El ojo turco se considera un amuleto eficaz contra el mal de ojo.

San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla contra la perversidad y asechanzas del demonio,
Sé nuestra ayuda.
Te lo pedimos suplicantes que el Señor manda.
Y tú, príncipe de los ejércitos celestiales,
con el poder que viene de Dios,
echar en el infierno a Satanás ya los otros espíritus malignos,
que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas.
Amén.



 

Se dice que el mal de ojo es un mal que se transmite a través de la mirada, produciendo dolor de cabeza, mareos, debilidad, nauseas, fiebre, etc. Se cree que los niños son especialmente susceptibles a sufrir de este mal. El contemplar con admiración a un niño puede producir que se enferme. Una persona que mira con envidia a otra puede producirle mal de ojo. Incluso, los animales y los objetos inanimados pueden ser afectados por el mal de ojo.

 

 

Mi madre me cuente que cuando yo era pequeño, una señora me dio una nalgada, porque dijo que cuando ella miraba a un niño le transmitía el mal de ojo, y que al golpear al niño de esa manera neutralizaba el mal de ojo. Pero a mi madre no le hizo ninguna gracia que me golpeara una mujer que no era de la familia. Hay quien recomienda que en vez de golpear al pequeño, la persona que teme transmitir un mal de ojo haga la señal de la cruz sobre el niño.

La ciencia médica moderna se rehusa a reconocer la existencia de este mal, porque desafía su cosmovisión materialista. En el otro extremo, hay personas crédulas que ante cualquier síntoma de enfermedad, lo diagnostican como mal de ojo, y recurren a rituales caseros o deciden consultar con un curandero.

Ante estas actitudes extremas, quizá lo mejor sea, como dice el dicho, “ni creer ni dejar de creer; o, “a Dios rogando y con el mazo dando”. Si usted sospecha que su hijo tiene mal de ojo, y el médico es incapaz de curar la enfermedad, quizás sea una buena idea aplicar los remedios tradicionales contra el mal de ojo. No parece correcto que por aferrarse al dogmatismo cientifista de la ciencia moderna sufra un ser querido.

La creencia en el mal de ojo se encuentra en muchas culturas, antiguas y contemporáneas.

Una explicación moderna del mal de ojo asegura que este mal es el resultado de proyectar una energía negativa sobre otra persona. Esto ocurre muchas veces de forma involuntaria, aunque hay quienes lo hacen deliberadamente. O tal vez, no es necesariamente una energía negativa la que se proyecta, sino simplemente una energía fuerte, a la que los niños de corta edad son más susceptibles.

Una forma sencilla de diagnosticar el mal de ojo es utilizando un tazón con agua, sobre el cual dejaremos caer tres gotas de aceite, en forma consecutiva, una encima de la otra. Si las gotas se separan al cae en el agua esto significa que no tenemos mal de ojo. En cambio, si las gotas se dispersan a lo largo de la superficie del agua, o se mezclan con el agua, esto significa que tenemos el mal del ojo.

Un remedio sencillo es frotar en nuestro cuerpo un huevo, el cual absorberá las malas energías del mal de ojo. Si quebramos el huevo y observamos en su interior y lo vaciamos en un vaso con agua, también podremos diagnosticar que tipo de mal nos hicieron; si nos han hecho brujería en el huevo aparecerá un color rojo sangre, si aparecen burbujas en el huevo es que realmente nos han hecho un mal de ojo.

Una cura que se propone es masajear a la persona afectada en la espalda y a la altura de los riñones, mientras se dice esta jaculatoria:

Con un ojo te han mirado,
con dos ojos te han ojeado
con tres ojos te han curado.

En el idioma italiano tenemos a nuestra disposición varias oraciones contra el mal de ojo, al que ellos llaman malocchio o jettatura.

 

Un remedio italiano contra el mal de ojo consiste en tomar dos agujas de costurar, e insertar la punta de una aguja en la punta de la otra, y recitar lo siguiente:

ammidia e malocchio
curnucille all`occhio
crepa l`ammidia e scoppia lu malocchio
n’ nome di Di e d’ Santa Mari
lu malocchio se n’ pozza ye.
Lunedi Santo, Martedi Santo, Mercoledi Santo,Giovedi Santo, Venerdi
Santo, Sabato Santo, e Domenica di Pasqua,
In nome di Criste, crepa l’occhio triste!

Con el tazón de agua en el que hicimos el diagnóstico del mal de ojo, santiguaremos el agua con la punta de la aguja tres veces. Echaremos tres pizcas de sal en el agua. Con unas tijeras cortaremos el agua por donde pasa el aceite tres veces. También cortaremos el aire sobre el tazón tres veces. La maldición se romperá.

Terminaremos la oración, y haciendo el signo de la cruz tres veces con agua bendita o aceite santo en la frente, cuello y nuca de la persona curada, si es que está presente. Recitamos:

San Michele Arcangelo,
difendici nella battaglia contro le insidie e la malvagità del demonio,
sii nostro aiuto.
Te lo chiediamo supplici che il Signore lo comandi.
E tu, principe della milizia celeste,
con la potenza che ti viene da Dio,
ricaccia nell’inferno Satana e gli altri spiriti maligni,
che si aggirano per il mondo a perdizione delle anime.
Amen.

También en el idioma italiano tenemos disponible una larga oración hecha por San Cipriano de Antioquía contra el mal de ojo. San Cipriano era un poderoso hechicero que se convirtió al cristianismo. En esta oración, San Cipriano se arrepiente de los males causados en su vida pasada, en su labor de ocultista, y le pide a Dios que todo aquel que recite esta oración sea protegido de todo hechizo o trabajo en su contra. Ver oración de San Cipriano.

Alternativamente, podemos usar la oración del Justo Juez, de la Santa Camisa, de la Revocación a San Miguel Arcángel. Todas estas son oraciones de protección. También podemos usar la oración metafísica contra las malas vibras.

El autor francés Roger de Lafforest, en su libro Suerte y Superstición, recomienda que al encontrar a una persona en la calle con mal de ojo nos santiguemos discretamente, o le hagamos la señal del cuerno con la mano (la mano cornuta).

Para prevenir el mal de ojo se recomiendan amuletos como el ojo turco, la mano cornuta, la mano figa, y el ojo de venado.