viernes, 2 de enero de 2015

Tres Reyes Magos de Oriente




Tres Reyes Magos de Oriente

 
(…)Vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por una estrella (celebérrimamente conocida como La estrella de Belén) que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús). Antes de llegar, encontraron al gobernador Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la Matanza de los Santos Inocentes.(…)
 
 
“Se cree que eran tres porque los regalos que entregaron fueron tres: oro, mirra e incienso, elementos que en esa época tenían un valor altísimo"
 
(…)- Melchor, blanco y con barba rubia, representaría a Europa – Gaspar, moreno y de barba negra, sería el mensajero de Asia – Baltasar, el popular rey negro, personificaría al continente Africano.(…) (…)Oro, Incienso y Mirra Sabemos que los Reyes Magos en su viaje a Belén portaban oro, incienso y mirra pero, ¿porqué estos regalos, cuál es su simbología?: Oro: Este precioso metal representaba, como no podía ser de otra manera, la riqueza y el poder de aquel niño al que adoraban, era pues, una manera de dar a conocer que había nacido el más grande, el rey. Incienso: El cristianismo lo usa tradicionalmente como símbolo de adoración a Dios, por lo que al entregarlo como presente, quisieron dar a entender que le reconocían como al Dios verdadero. Mirra: Este precioso bálsamo, se confunde con las lágrimas, y representa el dolor y la capacidad humana del niño dios.(…)
 
 
“Poetas”
 
(…)Melchor, Gaspar y Baltasar eran poetas. Lo cual no es de extrañar, dada su afición a pasar horas y horas contemplando la inmensidad del cielo y a calibrar el alma de los hombres. Lo que casi nadie sabe es que los tres ya se conocían antes del asunto de la gran estrella. Aquella que descubrieron casi al mismo tiempo y que les llevaría ante la presencia de la eternidad: Dios hecho niño. El caso es que se conocían por asuntos de libros, de los pergaminos y rollos de entonces. Poseían tres de las mejores bibliotecas de aquella época. Era tal su pasión que llegó un momento en que dejaron de lado a intermediarios y mensajeros, e incluso a los siempre beneficiosos espías. Y comenzaron a cartearse entre ellos.(…) (…)Gaspar era un hombre de extremada sensibilidad y le daba más por lo lírico. Su cántico causaba una gran emoción en quien le leía o escuchaba, y se centraba mucho en la naturaleza, en la belleza de la luz cuando jugaba al escondite con las cosas. Melchor y Baltasar le admiraban. Gracias a su poesía ese intercambio epistolar fue haciéndose más íntimo, se fue llenando de confidencias y ahondamientos. Se contaban sus anhelos más profundos, sus deseos más rotundos. Eran ya amigos.(…)
 
 
 
(…)Otro de los enigmas de los Reyes Magos más estudiados es la naturaleza del brillante astro que les condujo hasta el pesebre de Jesús. Para muchos autores no era sino un cometa o meteoro luminoso. Hay quien mantiene que pudo tratarse del cometa Halley. Kepler, en 1606, afirmó que pudo nacer de la conjunción triple de dos planeta, Saturno y Júpiter, en la constelación de Piscis. (…) (…)Por último, en la biblioteca de la Universidad de Salamanca se encuentra un curioso códice del siglo XV, titulado Historia de los Reyes Magos. Plagado de citas del Antiguo Testamento, relata la trayectoria de estos durante y después de la adoración. Destaca el episodio de las tentaciones que sufrieron los tres Reyes a cargo de Satanás.(…)
 
 
 
 
(…)En 1164, el emperador alemán Federico Barbarroja, después de invadir con su ejército la ciudad de Milán, se apropió de las Reliquias de los Reyes Magos y las regaló a la ciudad de Colonia. Eran las mismas que fueron trasladadas desde la Tierra Santa a Milán. Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia para ver el rico tesoro de los legendarios Reyes Magos. Así, en 1248 inició la construcción de una catedral que estaría a la altura de tal tesoro, la de Colonia. Hoy, dicha catedral es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa cuya construcción duró más de 600 años. Un detalle particular y muy original es que, la torre no está rematada por una cruz, sino por una estrella.(…)
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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